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jueves, 29 de enero de 2015

La Felicidad



Hola BIENVENIDOS!!! 

Que mejor forma de comenzar el tema que compartiendo una entrevista a un profesor de filosofía de 65 años con el propósito de poder acercarnos
a una mejor definición de LA FELICIDAD... 


“Ya se me ha hecho un hábito ser un hombre feliz”

¿Cómo defines la felicidad? Es estar bien conmigo mismo, disfrutar de mí mismo, quererme a mí mismo. Y, luego, compartirlo con los demás…
¿No es ese estado de éxtasis permanente que tanta gente idealiza?
Ni hablar, eso ni los monjes budistas lo tienen. Esta es una felicidad pragmática, ajustada a la realidad, con sus altibajos. O sea, yo puedo estar en un determinado momento triste.
¿Se puede ser feliz en la tristeza?
La sientes porque es una emoción. En el análisis transaccional, hay seis emociones auténticas, básicas: la alegría, el placer, la tristeza, el poder, el miedo y la rabia. Cuando una emoción la guardas mucho tiempo, se convierte en una enfermedad. Y está demostrado que la gran parte de las enfermedades –se dice que hasta un 90 por ciento– son psicosomáticas…
¿Y en qué consiste tu método?
Mira, cualquier hábito tienes que repetirlo y repetirlo hasta que llega un momento en que se imprime en tu cerebro. Yo estoy caminando por la calle y me estoy diciendo soy feliz, soy feliz, soy feliz.
¿Pero en qué se diferencia tu fórmula de las muchas que hay en el mercado?
El punto concreto, que yo llamo Felizméntica, es ser feliz a través de la mente. ¿Por qué yo utilizo como instrumento a la mente? No porque me dé la gana, sino gracias a una investigación…
Y entiendo que a raíz de ciertas circunstancias difíciles en tu vida, ¿no?
Claro, la circunstancia difícil fue mi separación. Eso fue para mí bien doloroso.
El desamor es una de las fuentes de infelicidad más frecuentes, ¿verdad?
Para mí fue difícil. Y para superarlo, mira, hice insight, reiki, yoga, análisis transaccional. Y de todo eso aprendí algo: que la felicidad no viene de fuera, de cuánta plata tienes, cuántos carros, cuántos amigos. No: viene de adentro.
Pero eso lo dicen todas las filosofías…
Los ingredientes los encuentras por todos lados, pero el asunto es: ¿cómo hago? El método como tal sí es mi receta y me sirve, y a todas las personas que han querido usarlo les ha servido.
Bueno, ¿entonces cuál es?
Está basado en un concepto que, cuando lo descubrí, dije ¡Eureka! Y es la Neuroplasticidad cerebral, algo que habían descubierto hace pocos años: nosotros, en la parte frontal de nuestro cerebro, tenemos dos lóbulos, el prefrontal derecho y el izquierdo. Cuando nuestros pensamientos y emociones están en negativo, las millones de neuronas del lóbulo prefrontal derecho se fortalecen y eso produce hormonas que te hacen sentir decaído, infeliz, angustiado. Pero si están en positivo, en el lóbulo prefrontal izquierdo, las neuronas empiezan a ejercitarse y generan neuropéptidos, la serotonina y endorfina, que son las hormonas de la felicidad.
¿Es bueno o malo que en ese proceso se tenga una creencia religiosa?
Ni bueno ni malo. Si tienes una religión donde tu Dios es castigador, te llena de culpas, entonces eso no sirve pues. ¡Y yo he estudiado para cura! Sé de lo que estoy hablando. Pero si concibes a Dios como tu padre, como el amor del universo, ahí sí te ayuda.
“El secreto” habla del poder de la autoafirmación, al punto de cambiar la realidad. ¿Tú crees que se puede?
Claro, y esa es una de las partes de la receta que he tomado de “El secreto”. Yo me aburría a veces con eso de ¡Ten piedad de nosotros! ¡Ten piedad de nosotros! Pero es que cuando más repites se te va quedando en el cerebro.
Es lo que los hindúes llaman mantra.
Sí, el mantra. O sea, todas las religiones lo han usado por alguna razón que no se sabía, pero la razón neurológica está dada en la neuroplasticidad del cerebro. Cuando tú afirmas algo con la mente, te ayuda a crear redes neuronales.
¿Cuál es el primer ejercicio que debe hacer alguien para seguir tu receta?
Mi receta es cargar la mente con pensamientos positivos y descargarla de pensamientos negativos. Luego, no angustiarse tanto del futuro ni preocuparse por el pasado, sino vivir el presente, en el aquí y el ahora.
Si sigues así, podrías convertirte en un gurú… ¿No te seduce la idea?
No es mi intención. Pero, ¿por qué no? Lógicamente soy humano y me seduce la idea. Bacán que lo que yo he creado para mí sirva para un montón de gente.
¿Y hay un tiempo promedio para que una persona que sigue tu método llegue a la felicidad?
Lo sientes de inmediato, al empezar. Después tiene sus altibajos. Lo normal es que al mes ya empieces a tener el hábito de sentirte feliz.
¿Y se vuelve algo automático?
Sí, en parte de ti mismo. Antes, yo me sentía feliz. ¡Ahora soy feliz!
¿Te sientes feliz el ciento por ciento de tu tiempo?
No. Pero si antes era un 15 o 25, ahora estoy feliz un 95 por ciento. Ya se me ha hecho un hábito ser feliz.
¿Podría haber un método artificial para estimular esa zona?
Los hay. Un chocolate, una pastilla que genera endorfinas. Y tal vez en el futuro yo te venda un chip, llamado Felizméntica, que te lo pongas… ¡y se acabó!
La Ficha
Me llamo Juan Zeljko Arapovic Doko. Tengo 65 años y un divorcio.
Soy profesor de Filosofía y Religión. Estudié 12 años para ser sacerdote, pero soy casi agnóstico.


Si tú no crees en tu propia fuerza...
¿cómo puedes esperar que algo se mueva?
¿qué ocurrirá con tu vida?
¿quién va a vivirla por Ti?

¡Que estés bien!!!





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