Hay
personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones adversas, se desarrollan
psicológicamente sanas, e incluso salen reforzadas. Es lo que se conoce como
resiliencia
La psicología y la ingeniería de materiales, aunque pueda
parecer extraño, tienen algo en común: el término resiliencia. Esta palabra
hace referencia al fenómeno por el que los cuerpos retornan a su forma inicial
después de haber sido sometidos a una presión que los deforma.
El
concepto se ha aplicado a la psicología para descubrir por qué niños y niñas
que viven en la miseria, o personas que experimentan situaciones límites son
capaces, no sólo de superar las dificultades, sino incluso de salir
fortalecidas de ellas. Logran resistir, sobrevivir y acceder a una vida
productiva para sí y para su sociedad.
La resiliencia es una
capacidad que se manifiesta:
·
Frente a la destrucción, mostrando una gran facultad de proteger
la propia integridad bajo presión.
·
Frente a la adversidad, estableciendo una actitud vital positiva
pese a circunstancias difíciles.
A cualquier edad se
puede cambiar
Las
habilidades y los factores que potencia la resiliencia se muestran de una
manera desigual en los distintos tipos de personalidades, pero se puede
trabajar para lograr potenciar los rasgos que conducen a gozar de esta
capacidad de superarse. La mayor dificultad a la que nos enfrentamos cuando se
busca esa mejora es la convicción de que no se puede cambiar. Nos escudamos en
afirmaciones como "es que yo soy así", "cada cual es como
es", "a mis años yo ya no puedo cambiar". Éste es el gran error.
Más o menos, a cualquier edad se puede cambiar si uno se lo propone.
Nunca
es tarde para hacer el correspondiente cambio de las propias actitudes,
entrenándose en técnicas de modificación del pensamiento, aprender a
interpretar los acontecimientos de otra manera, recuperando la capacidad de
reflexionar sobre sí mismo, trabajándose la valoración de la propia personalidad,
adquiriendo habilidades sociales como la asertividad, aprendiendo a hablar
positivamente... Para todo ello se puede contar con profesionales de la
psicología a los que se debe acudir no sólo cuando se padecen crisis
emocionales o psicopatologías, sino cuando alguien quiere entrenarse para vivir
adecuadamente cada acontecimiento vital.
La
resiliencia, la capacidad para resistir y no venirse abajo, para salir
airosamente de los baches, si es posible con más bríos aún, también se aprende.
¡Que estés bien!!!


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