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lunes, 2 de febrero de 2015

Escucha Activa

La escucha activa es un proceso en el que la persona que escucha se responsabiliza en comprender tanto el contenido como las emociones, y también las necesidades implícitas de lo que se cuenta, y después corrobora su entendimiento con su interlocutor/a. 
Por lo tanto, la escucha activa no es un proceso en el que baste estar ahí y ya está, sino que yo, como interlocutor tuyo, cuando tú estás hablando tengo que ser capaz de transmitirte que estás siendo escuchado y comprendido. 



A pesar de la gran importancia que tiene saber Escuchar Activamente en muchos contextos, la mayoría de las personas solemos cometer seis errores muy comunes:
§       1.-   No prestamos atención al tono de la gente cuando nos habla. Dependiendo del tono de voz empleado, la misma frase puede transmitir mensajes totalmente distintos. Hay que prestar atención al tono de voz ya que éste nos ayuda a detectar las emociones del interlocutor.
§   2.- Nos metemos en la conversación uniendo lo que nos dice el interlocutor con algo que nos ha pasado a nosotros en nuestra vida. Si nos fijamos, la mayor parte de las veces iniciamos nuestras conversaciones utilizando las palabras “Yo”, “A mí”. Si aspiramos a practicar una buena escucha activa intentaremos omitir estas palabras y trataremos de seguir con el tema que nos esté contando la otra persona prestándole toda nuestra atención.
§ 3.-Adoptamos posturas corporales incorrectasAdoptar posturas excesivamente relajadas, o con los brazos cruzados, con la mirada perdida, etc., no denotan interés por lo que el otro nos dice. Por ello sería aconsejable mantener un buen contacto ocular, asentir frecuentemente con la cabeza, sonreír de vez en cuando, sentarnos con el cuerpo ergido, algo relajado e inclinado ligeramente hacia delante…
§  4.-Nos distraemos con elementos del entorno. Si en nuestro entorno observamos muchos elementos distractores es preferible que, antes de mantener una conversación, escojamos con cuidado un lugar con menos estímulos que nos desvíen de nuestra intención de escuchar al otro.
§    5.-Damos respuestas cortas o cortantes.

§    6.-Cambiamos bruscamente de temaEs frecuente que nos desviemos repetidamente de un tema para abordar otro completamente distinto. Si queremos ser efectivos en nuestras interacciones comunicativas deberemos darnos cuenta de cuando el siguiente tema que vamos a abordar tiene o no que ver con el anterior.

PARA ESCUCHAR ACTIVAMENTE
§  Crea sintonía no verbal con tu interlocutor/a.
§  Escucha el contenido del mensaje. Verifica que lo has entendido correctamente sin interpretaciones ni juicios.
§  Escucha y observa el lenguaje verbal y no verbal de la otra persona, te darán información acerca de su estado emocional. ¿Cuál parece ser su estado emocional? Si encuentras dificultad en identificar sus emociones pregúntate: “Si yo estuviera viviendo esta experiencia ¿cómo me sentiría?” Esta reflexión te proporcionará las claves para comprender mejor a la otra persona.
§  Identifica las necesidades insatisfechas o comprometidas de la otra persona, ¿qué es lo que necesita? ¿qué desea en la situación que describe? Si hace falta, pregúntaselo: ¿Cuál es el objetivo que quieres conseguir en esta situación?
§  Ahora refleja la experiencia de la otra persona teniendo en cuenta: HECHOS + EMOCIONES + NECESIDADES.
§  Continua validando y reflejando la experiencia de la persona, evitando dar consejos o tu opinión hasta que se sienta comprendida y escuchada (esto suele ir acompañado de una resolución emocional, que no hay que confundir con una resolución de la situación). 

    BENEFICIOS DE LA ESCUCHA ACTIVA 
Al aplicar la Escucha Activa en nuestras relaciones con otras personas, comprobaremos que obtenemos una serie de beneficios que pueden ser sintetizados en dos grandes grupos: 

§  Me permitirá absorber más información, incluso aquella que no me resulta agradable, la que no me resulta cómoda o la que no me resulta fácil de entender. Además esta es la forma de escuchar que espera el otro.
§   Haré sentir bien a la otra persona y esto repercutirá positivamente en mi relación con ella.
    Esto es aplicable a cualquier ámbito en el que me desenvuelva, como en el trabajo, la vida social, la personal.
Así pues, escuchando activamente podemos lograr que la otra persona se sienta bien, que esté cómoda con nosotros, que le inspiremos confianza y que debido a lo anterior nos dé mayor cantidad de información.

¡Que estés bien!!!

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