Si vives para complacer y permitirles a los demás que
se aprovechen de ti, no tendrás la posibilidad de cumplir tus sueños ni
tampoco de tener una vida plena.
Muchas personas creen que pensar bien de ellas
mismas, valorarse y tomar en cuenta sus deseos y necesidades al momento de
plantearse metas, tomar decisiones y establecer límites sanos en relación con
otras personas, puede ser egoísta. Pero lo cierto es que si no se incluyen en
la planificación diaria que hacen, no tendrán la posibilidad de cumplir sus
sueños ni tampoco de tener una vida plena.
Mantener el balance en todo momento es
determinante para no perdernos en la confusión que pueden causarnos, al momento
de actuar, la necesidad, el temor, la ambición, la envidia y el verdadero
egoísmo. Claro que es positivo compartir con los demás y actuar con desinterés
y buena intención, pero también es necesario aprender a hacerlo con conciencia
y respeto hacia nosotros mismos. Para lograrlo, es necesario apreciarnos; es
decir, fortalecer nuestra estima para sentirnos a gusto con quienes somos, y
tener la confianza de que seremos capaces de superar la dificultad para salir
adelante, transformar nuestro estilo de vida y conseguir nuestros sueños.
El primer paso consiste en aceptarnos como somos,
con nuestras limitaciones y cualidades, como si fuéramos un enorme paquete de
regalo que contiene una serie de características personales que nos hacen
únicos y especiales. Aceptarnos no significa que perdemos el deseo de
superarnos ni que dejamos de estar conscientes de la importancia que tiene
mejorar ciertos aspectos de nuestra personalidad, sino que renunciamos a la
necesidad de compararnos y de buscar la aprobación de los demás.
Generalmente es en nuestra mente donde libramos la
mayor batalla, pues la imagen empobrecida que tenemos de nosotros, la culpa y
el resentimiento que guardamos, nos impiden reconocer y valorar nuestras
cualidades, talentos y características positivas, convirtiéndonos así en el
obstáculo más grande a vencer.
La mayoría de las veces, ni siquiera los
cumplidos, el reconocimiento y las frases cariñosas que recibimos de los demás,
logran que cambiemos esa imagen tan negativa que tenemos. Pensar bien de
nosotros no tiene nada de malo si el producto positivo de lo que pensamos,
sentimos y elegimos lo compartimos con los demás. Para experimentar un vida
plena y disfrutar de relaciones más satisfactorias necesitamos saber quiénes
somos; de lo contrario, la inseguridad y la necesidad de depender de otros hará
que nos sintamos afectados por el comportamiento y las diferentes actitudes que
puedan adoptar. Vivamos la sensación de tener la fuerza interior capaz de
ayudarnos a cambiar o a superar cualquier situación de limitación que se nos
presente en la vida.
Somos nosotros quienes les enseñamos a los demás cómo es que van a
tratarnos. Empieza a respetarte, a valorarte y a tomarte en cuenta para que
otros aprendan a hacerlo. Esto te llevará a considerar, respetar, aceptar y
tratar bien a los demás.
Guía para mejorar tu salud mental
cada día
Intenta
llevar a cabo las siguientes indicaciones para ayudarte a planear una semana
que haga que te sientas bien, por dentro y por fuera. Estas indicaciones pueden ayudarte a
manejar cualquier bloqueo de tipo emocional que pudieras estar atravesando asi como también utilizarlas como guía para elaborar tu propio plan semanal:
Domingo. Relájate.
Intenta
meditar, dar un paseo por la naturaleza o hacer cualquier otra actividad que te
resulte relajante y entretenida. La reflexión tranquila, en solitario o en
compañía de otras personas, puede mejorar tu estado mental, fortalecer tu
identidad personal y social, y alejarte del horario agitado del resto de la
semana para cargarte de energía para la semana que empieza.
Lunes. Elabora un plan.
Decide
qué tareas necesitas terminar durante la semana y elabora un plan sobre
el modo y el horario para hacerlas. Si estás sobrecargado de trabajo, decide
qué puede esperar una semana o dos. Si no tienes un horario muy apretado,
planea algunas actividades que has estado esperando poder hacer.
Martes. Rodéate de personas que te apoyen.
Haz
planes con miembros de tu familia o amigos, o busca actividades en las
que puedas conocer nuevas personas, como un curso, un grupo de ayuda, un
deporte... Vuelve a quedar con alguien con quien habías perdido el contacto y
recuerda viejos tiempos.
Miércoles. Cuida tu cuerpo.
Cuidar
tu cuerpo puede mejorar también tu salud mental. El miércoles puede ser el día
de dedicar un cuidado especial a tu cuerpo y de comprobar si estás llevando un
estilo de vida sano y tomar las medidas necesarias si no es así. Asegúrate de
que estás tomando comidas nutritivas, evita el tabaco, utiliza las bebidas
alcohólicas con moderación, bebe mucha agua, duerme lo suficiente y haz
ejercicio regularmente.
Jueves. El día del altruismo.
Ofrécete
para algún trabajo voluntario para ayudar a otras personas. Te sentirás bien al
hacer algo tangible para ayudar a otras personas que lo necesitan y te servirá
para alejarte de tus propios problemas y verlos con más objetividad. También es
un buen modo de conocer gente nueva que comparte tus intereses.
Viernes. Amplía tus horizontes.
Crea
un cambio de ritmo o amplía tus intereses. Explora un nuevo hobby, llena tu
casa de plantas, planea un rato de senderismo o un viaje, busca lugares nuevos
en tu ciudad, toma clases de baile, aprende a tocar un instrumento o hablar
otra lengua...
Sábado. Valórate a ti mismo/a
Este puede ser el día para recordarte que has de tratarte
con respeto y amabilidad, ser condescendiente contigo, perdonar tus errores,
aceptar tus defectos (aunque proponiéndote mejorar) y evitar la autocrítica y
autocastigo. Examina las cualidades que tienes y que te gustan, tus logros y
tus capacidades. Repasa tus sueños y tus metas, analiza si vas por buen
camino para alcanzarlas, las medidas a tomar, etc. Lee libros o artículos que
te sirvan de ayuda en tu crecimiento personal.
¡Porque no podemos dar lo que no tenemos y sentimos adentro!
¡Que estés bien!!!
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