"Llegarás tan cerca o tan lejos, dependiendo de la Actitud que seas capaz de desarrollar, todos y cada uno de los dias de tu vida."
La responsabilidad sobre nuestras emociones es nuestra y de nadie más.
Cuando las emociones son moderadas y, sobre todo, adaptadas a la situación que estamos viviendo, las sentimos con naturalidad y las aceptamos.
Sin embargo, cuando una emoción es demasiado intensa, nos desborda y no la podemos controlar, solemos ignorar lo que sentimos por miedo a encontrarnos peor o responsabilizamos a los demás de nuestro estado emocional.
Frases como "me desesperas", "me enfadas", "me sacas de mis casillas"... son un ejemplo de cómo preferimos echar dardos fuera culpabilizando a otros de nuestro malestar.
Para aprender a gestionar nuestras emociones es necesario darnos cuenta de lo que sentimos, reconocerlo (soy yo quien "me enfado", quien "me desespero"...) y distinguir si el motivo es la situación actual o un recuerdo mal gestionado que se activa en el presente.
Todos poseemos la capacidad de autorregularnos emocionalmente y para conseguir el cambio necesario en tu vida no sólo es necesario "querer" sino también "saber" y saber cómo.
A continuación comparto unos tips que pueden ayudarte a comenzar tu proceso de mejora en resolución de conflictos:
*Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan
la cabeza. Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata
de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después
arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.
*Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el tuyo, el
del otro y los de terceros, los cuales probablemente están más cerca de la
objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los
demás enriquecerás tu propio punto de vista.
*Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es más
importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las
opiniones.
*Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente
rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te arrepientas de
tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en todos los sentidos.
*Busca el lado positivo y agradable, aun de las situaciones más complicadas y
dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos
difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.
*Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las
respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después
preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para
tratar de entender.
*No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona. Aférrate
al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La gente no
recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la que lo haces.
*Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva.
Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.
*Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo
en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.
*El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad. No
olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a
aprender de las diferencias.
*El pensamiento positivo es una disciplina que, ejercitada con constancia, te
dará el poder de cambiar tu entorno y por consiguiente, tu vida.
¡Qué estés bien!!!


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