TESOROS ESENCIALES
Vivimos en una sociedad que se mantiene sobre las normas del consumo.
Nos impulsan a adquirir toda clase de productos sin importar si los necesitamos o no.
Nos dejamos llevar por las modas, por el último modelo en tecnología, los nuevos avances estéticos, etc.
Es verdad que nos bombardean con mensajes publicitarios más o menos evidentes, pero no es menos cierto que en nuestra naturaleza está la competitividad, el deseo de tener lo que tiene el vecino o poder presumir de lo último que hemos adquirido.
No somos conscientes de que esta carrera por consumir nos sume en un estado ansioso, puesto que lo más nuevo, un instante más tarde ya se ha quedado obsoleto. De eso ya se encargan los productores para que la máquina no pare.
El placer de adquirir o consumir es efímero, necesita ser renovado constantemente.
Muchas veces tenemos todo lo que en realidad necesitamos
para sentirnos bien y a gusto con la vida, pero no somos capaces de
reconocerlo. Pareciera que tener una larga lista de cosas que deseamos adquirir
o poseer nos impide ver todos los aspectos positivos con los que contamos.
Generalmente tenemos nuestra atención fija en lo que deseamos alcanzar con la
intención de completar nuestro bienestar.
Exageramos y comenzamos a perseguir nuestros objetivos
obsesivamente, sin darnos cuenta de que en esa especie de carrera alocada se
nos pasan los días y se nos acorta la vida. Perdemos la posibilidad de
disfrutar, nos agotamos, nos sentimos vacíos y frustrados al no poder conseguir
nuestras metas materiales.
¿Te has preguntado alguna vez si lo que buscas con
tanta desesperación va a mejorar realmente tu condición de vida o la de los
tuyos?
Porque pudiera ser que estés atrapado en la búsqueda de molinos de
viento, mientras se desvanecen tus relaciones personales y los afectos
familiares.
La ambición desmedida, las metas equivocadas, pueden llevarte a
perder todos esos tesoros esenciales que están ahí a tu lado sin que te des
cuenta.
Hay una frase popular que dice: “Nadie sabe el valor de lo que tiene
hasta que lo pierde”. No dejes pasar esta maravillosa oportunidad para valorar
y apreciar todas las cosas maravillosas que le dan calidad a nuestros días.
Recordemos que en la posibilidad de simplificar nuestra
lista de necesidades se esconde la probabilidad de sentirnos plenos y
realizados más fácilmente. La costumbre, muchas veces, atenta contra nuestra
capacidad de observar y resaltar la belleza, la utilidad, lo positivo y lo
extraordinario que resultan algunos elementos presentes en lo cotidiano.
Levántate cada día con la mirada interior limpia para ver
más allá de las apariencias y los prejuicios, el escenario en el que se
desarrollará tu día.
Busca siempre el aspecto positivo y minimiza lo negativo,
llénate de espontaneidad y capacidad para sorprenderte, así descubrirás que tu
vida es una maravillosa aventura llena de elementos y matices mágicos.
¿Cómo identificarlos?
l.-
Revisa uno a uno tus objetivos de vida y analiza objetivamente si en verdad son
necesarios para tu felicidad.
2.-Haz una lista con las cosas que verdaderamente deseas alcanzar
3,-Pregúntate y escribe qué puedes hacer para conseguirlas
4.- No te desesperes y mantente entusiasta y perseverante en tu empeño
5.-Establece un equilibrio entre el tiempo que vas a invertir en la consecución de
tus metas materiales y el tiempo para disfrutar de tu crecimiento personal, de
tu familia y amigos.
Que el esfuerzo por conseguir tu meta no te impida disfrutar de todo lo
que te ofrece la vida cada día en lo cotidiano.El valor de las personas está en aquello que permanece, que crece, que no pasa de moda.
¡Qué estés bien!!!


No hay comentarios:
Publicar un comentario